06 abril 2010

Una experiencia tántrica no es Experimentar el Tantra.

“Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor,
Recuerda:
Si eliges el mundo quedarás sin amor,
pero si eliges el amor,
con él conquistarás al mundo”

Albert Einstein

Holísima Querid@, en mi blog chamánico he escrito en referencia a este tema y ahora quiero repetir algunos conceptos y ampliarlo a mi visión tántrica. En verdad podemos traspolar estas reflexiones a cualquier orden de la vida.
Para experimentar “algo” tenemos que dejar caer muchos velos, transitar el Camino de la Sexualidad Sagrada requiere más que de algunas experiencias aisladas. Nos demanda el compromiso de la perseverancia para “permitirnos” profundizar en una visión diferente de nuestro desempeño en la sexualidad y en todo caso en el cometido de ésta en nuestras vidas.
En un encuentro sexual tántrico se mueven energías más complejas y para llegar a ellas tenemos que abandonar muchas falsas creencias en relación a nosotros, a la persona con la que compartimos e incluso a lo que pensamos que debería ser la sexualidad. Solo tenemos que considerar la posibilidad de que tal vez muchas de las cosas que creemos como ciertas no lo son, y luego abrir la investigación.
Cuando digo que la Vida es un laboratorio, ensayo y error, estoy recordándote que estamos subidos a esta rueda de interminables ciclos de subidas y bajadas para “Experimentarnos” en infinita variedad.

Osho nos señala la diferencia entre una experiencia y el experimentar, dice que la experiencia es algo digno de ser escrito en un libro de apuntes o de registrarse con una cámara fotográfica y almacenar en un álbum,
y el “Experimentar” es el fruto del sentimiento de maravillarse al entrar en comunión con lo experimentado, donde tu y la experiencia son una misma cosa, sintiéndote conectado con todo lo que te rodea.
Osho nos está hablando de la actitud que debemos adoptar para abrazar la Unidad, el estado de plenitud.
Evidentemente aquí no es necesario ningún tipo de registro mecánico porque tú eres la experiencia, la has integrado en todos tus cuerpos, físico, mental, emocional y espiritual.
Para que esto suceda es importante acercarnos con delicadeza y respeto a eso que la Vida nos ofrece, y no salir al galope como caballos desbocados dando un sinfín de traspiés sin mucho sentido; tranquilidad y atención para adentrarnos a lo que sea que toque, con humildad para poder descubrir donde está el aprendizaje.
Para ampliar lo dicho, en el próximo apartado te hablaré de la actitud que tenemos que adoptar para introducirnos más íntimamente en la visión de nosotros mismos.




A corazón abierto, como siempre, agradecida por darme la oportunidad de compartir el Camino.

La Zia

Cuestión de Actitud

Las fotos son de Jordi Puig, dandole la bienvenida a la primavera. Me sigue gustando como tu mirada capta la belleza de la Creación.
http://www.flickr.com/x/t/0092009/photos/raigverd/4411736347/
Gracias por compartir latidos de Vida!


Tienes que mirarte a ti mism@ en situación, como te paras frente a ella, sin entorpecer el aprendizaje distrayéndote con lo que el resto hace, dice o piensa. Entonces, metete en el escenario, interactúa con la gente pero siempre mírate tu, si te centras en como despliegan el juego los demás, te pierdes. Pero cuidado aquí, te marco un detalle importante, el mirarte a ti mism@ no significa centrarte en tu ego narcisista y pensar solo en ti, olvidando que hay otr@/s participando, y que a ese otr@ también le pasan cosas.
Conclusión, es muy bueno que consideres mirar más allá de tu propio dolor, rabia, ilusión, pasión o sean cuales sean las emociones que confluyan. Si estamos cegados por el ego, las actitudes que tomamos nos alejan del verdadero experimentar, porque tú no estás solo en la experiencia, siempre hay algo o alguien más, si los dejas fuera no habrá crecimiento. Para crecer necesitamos de los demás, el otr@ es nuestro espejo y si no nos gusta lo que vemos...

Será que tenemos que hacer algo?
El peligro está cuando nos montamos nuestra propia película sin salir del plano mental; nos cerramos a escuchar la voz del Ser y no damos posibilidad al aprendizaje, quedando atrapados en la confusión de una mente atiborrada de pensamientos contradictorios, es mucha la “carga” para que la transformación suceda.
La alquimia en el ser humano se produce a partir de la comprensión, ves la obra claramente, te ves a ti mism@ y lo que te rodea como un ente con vida propia. Cada integrante es parte del sistema y como tal lo constituye pero no pierde individualidad, cada uno “es” en sí mismo, y puede elegir como accionar, claro que esto dependerá del grado de conciencia de cada cual. Y aquí señalarte la diferencia entre acción y reacción, la acción resulta del estado de conciencia, cuando podemos vernos en el contexto libres del barullo de la mente o la emoción, dando respuesta en tiempo presente; la reacción es puro impulso desenfrenado, impregnado con los registros de un ego fuera de control, estímulo respuesta, se manifiesta el instinto básico de supervivencia. Son polos opuestos. No estoy diciendo aquí que el instinto sea negativo, es un recurso inmediato de protección pero si no estamos atentos podemos quedar anclados en él y la protección se convierte en un escudo infranqueable que nos bloquea cualquier otra posibilidad de “ver”, entonces podemos aceptar con compasión y entender que hay que ir más allá, y para ir al núcleo de la cuestión observando el cómo estamos ubicados frente a ella, solo hay que respirar, calmar y saber esperar las respuestas del Ser que no siempre vienen con la urgencia que requiere el ego.
Las respuestas no se buscan, cuanto más empeño ponemos en la búsqueda más nos alejamos del encuentro. Seguir adelante recordando que las respuestas llegaran a nosotros cuando estemos maduros para recibirlas, ni antes ni después.
En los múltiples vínculos que establecemos puede llegar el momento de decidir retirarnos, también considero que los ciclos se completan y como dice un amigo, no pretender sacarle leche al toro.

Es habitual que los tiempos de crecimiento sean diferentes entre las personas y a veces mientras uno está despertando el otro queda adormecido y se pierden los códigos en común, no hay comunicación, o lo que es más impresionante, darnos cuenta de que nunca la hubo. Retirarnos agradecidos por lo hasta aquí compartido, ese otro fue un maestro, nos enseñó a vernos mejor a nosotros mismos, y esto es reciproco.
No existe la víctima y el verdugo, solo hay aprendizajes, claro, si estamos dispuestos a ver más allá de la forma y las circunstancias que solo se presentan para dar un marco al escenario. Esta comprensión nos lleva a encontrarnos con la esencia de lo que nos pasa, a conocernos más profundamente.
En verdad, se nos presentan situaciones y personas para revelarnos donde estamos parados, aclararnos en cuanto a quienes somos, lo que sentimos y queremos para nuestra vida y con la visión más clara muchas veces redefinimos el hacia a donde vamos; puede suceder que cada uno siga con su recorrido individual respetándonos el derecho a elegir con quienes compartir el camino, aquí y ahora, o volvamos a reencontrarnos con otra madurez. Como una obra nueva, sigues en ella pero con otro decorado, otras pautas, se establece un compartir diferente donde hay mayor conciencia y claridad.
Como resultado te encuentras fluyendo con la Vida, con la energía que se expresa en todo lo que Es, te relajas y te dejas llevar, no como una hoja al viento, te dejas llevar embriagad@ por el experimentar la Vida momento a momento, manteniendo tu capacidad de asombro ante lo inesperado. La experiencia llegó a ti porque tu no la perseguías, llegó por que confiaste y te supiste entregar al fluir de los acontecimientos en tiempo presente, dejaste las huellas del pasado y el miedo a la incertidumbre de lo que vendrá.

“Salir al encuentro sin buscar”, lo escuché en un documental de Santiago Pando Marino, un mejicano. Me gustó mucho, puedes verlo en http://www.creerescrear.com/





Como cierre me quedo con otra voz de mi maestro Eistein...
Puedes pensar que los milagros no existen o que la vida es un milagro.




Con Amor. La Zia