05 septiembre 2006

Recapitulación y despedida de Guillermo

Quiero decir que lo expresado por Guillermo me emocionó con risas y lagrimas.
Que la agradecida soy yo por haberme permitido llegar a lo más íntimo de su Ser. Por que yo crecí junto a él, porque no hay maestros sin alumnos.
Creo que Guillermo, mejor que nadie, ha puesto en palabras lo que es la experiencia tántrica y por eso decidí compartir abiertamente esta carta.

Buenos Aires, 2004
Querida maestra, amiga y compañera:
Jueves 11 de marzo
Parece mentira como nos auto engañamos en aquellas cosas que no queremos ver: a pesar de que me habías contado varios días atrás de tu proyecto en España, intuyendo desde el primer momento que la decisión venía en serio, tan solo ayer, cuando comenzamos a hablar de pasaportes y trámites, tomé real conciencia de que te vas, lejos, y que por un tiempo todo contacto será más “etéreo” que lo acostumbrado.
Y acá asumo una dualidad: quisiera que te quedes mucho tiempo, porque eso significará que te está yendo bien, y estarás construyendo la visión que hoy tenés de tu destino en esas tierras. Y como ya te comenté (creo), te tiene que ir bien, sí o sí: sabés (mucho) de lo que vas a hacer, sos inteligente (intelectual y emocionalmente) como para plantear las cosas adecuadamente, tu intuición te va a proteger de las situaciones y personas inconvenientes, y todo parece tener la adecuada rentabilidad como para que sea sustentable. Si no sale bien, es que nuestros hermanos ibéricos no están preparados.
Por otro lado, -y acá viene la dualidad- sencillamente, te voy a extrañar horrores, y algo me va a faltar… Esta es la parte en que no quiero.
Y por eso decidí hacer una despedida larga, para irme acostumbrando.
Como tengo la pretensión –seguramente falsa- de que al expresarme escribiendo traiciono menos mis sentimientos que al decir las cosas, te voy a decir adiós escribiendo.
De manera que acá comienza mi despedida…
Martes 6 de abril
Me he tomado el atrevimiento de comprarte un regalo. No tiene gran valor material, pero espero que te guste como me gustó a mi. Estuve en la duda de comprarte un reloj; ya tenía la frase para decirte cuando te lo diera: “para que me recuerdes cada vez que mires la hora…”. Pero al repetirla, me sonó horrorosamente posesiva, y volví a mi regalo original.
El regalo es modesto pero lleva un gran valor simbólico: va cargado de tres sentimientos relacionados con vos, muy, pero muy fuertes: agradecimiento, alegría y amor.
AGRADECIMIENTO. Este sentimiento siempre vuelve a mi, luego de cada encuentro, de cada recuerdo: ¡gracias! ¡gracias! Y para siempre ¡gracias!.
Fuiste muy generosa el primer día que me recibiste, pero más generosa aun cuando me aceptaste para seguirme instruyendo y alimentando, a pesar de mis vueltas y problemas.
Fuiste generosa en tu confianza, y espero haberla retribuido con mis escasos recursos.
Fuiste generosa en tu paciencia, y siempre estuviste ahí para dar, sin medirte, sin especular.
Agradezco tu amor, tu energía, tu tiempo.
Agradezco tu humor, tus consejos, tu preocupación.
Pero agradezco sobre todo haberme podido mirar en esos tus ojos que tanta paz me dan.
ALEGRÍA. Esto te lo he comentado varias veces, y es uno de los milagros del Tantra que más aprecio: esa alegría profunda, inocente, que te invade luego de cada sesión.
Extraño fenómeno que experimenté desde el primer día, y se repitió cada vez.
Y es alegría, optimismo, ganas de hacer, hambre.
Yo me daba cuenta, varias horas después, que seguía con una sonrisa en el rostro, sin que nada puntual lo justificara, excepto haber transitado los caminos del Tantra a tu lado.
Gracias por alegrarme la vida.
AMOR. Te quiero mucho. Hasta te diría que “mucho”, “poco”, “más”, “un montón” pierden significado porque este es un amor completamente distinto a lo que yo había experimentado, leído o imaginado, y no puedo pensar en una medida.
Es la suma de todos los amores, y los supera a todos. Se expande, me llena, me completa. Me conecta a vos, al Universo, al Todo, a lo Sagrado……no sé.
Es sumamente extraño y me sigue maravillando.
¿Cómo se puede superar claramente lo sexual e ir más allá del cuerpo físico, sin preparación previa, ni años de ejercicios?
¿Cómo puedo en una sesión estar conectado con vos pero al mismo tiempo sentir que el amor por mi mujer crece?
¿Cómo es eso de sentirte “amado” por la Creación?
No sé si sos consciente que los momentos más sorprendentes, atesorados, reveladores, transformadores, plenos, maravillosos, de todos estos últimos años los he transitado de tu mano. No creo que los olvide nunca.
Martes 12 de abril
Cuando hoy hablé con vos, y vimos que tan solo podrimos encontrarnos una vez más antes de tu viaje, me di cuenta que me voy a sentir un poco solo. Aunque supongo que, paradójicamente, el recuerdo de lo vivido juntos me va a servir para superar esa sensación.
Miércoles 14 de abril
Después de escribir varios días, me he dado cuenta que no sé como decirte adiós…..creo que te voy a conservar en mi Presente hasta que vuelvas….
En todo este tiempo en que te estás “yendo”, a menudo me he puesto a recordar lo vivido desde aquel día de ¿septiembre? ¿noviembre? Del 2001 en que toqué tu puerta por primera vez (¡tanto tiempo y a la vez, tan corto!!!!).
Casi cada cosa que he experimentado me lleva a pensar que esto fue mágico: fue el Tantra, fuiste vos, pero fue mágico, en el sentido de lo improbable, extraordinario, fuera de la percepción ordinaria, y de las relaciones causa-efecto habituales.
Algunas evidencias:
EL ENCUENTRO. Decenas de avisos de masajistas en los diarios, y me llamo la atención una palabra: “Poona” (gracias Osho!). No tenía idea que era, pero me atrajo, y te llamé.
Pero tenías tu Buddha Hall al otro lado del planeta (exagerando un poco). Pero, también, era una de esas escasisimas semanas, en varios años, en que estoy de vacaciones en Buenos Aires. Y allá fui, hacia vos, sin saber en que me metía, ni saber nada del Tantra, excepto las deformaciones habitualmente difundidas masivamente.
Esa fue la única vez que me mentiste, pero no me engañaste: yo te pregunté por teléfono si el masaje tenía algo de sensual, y me contestaste algo muy general, que algo tenía, pero de que dependía de ….(bla, bla,…)
En verdad no me anticipaste (porque no te hubiera entendido) que era la puerta para toda la sensualidad del Universo, y mucho más.
Esa sesión fue …mágica: cómo pude contactarme con vos, en una primera sesión, y sentir lo que sentí, no era posible. Y no pude menos que seguir.
LA CONTINUIDAD. Dos años y medio es todo un record !!! Se me ocurren miles de causas para que en todo este tiempo hubiera dejado de ir (la distancia, el tiempo, el trabajo, los celos, el dinero, las vacaciones, y un montón más). Sin embargo, acá estoy, escribiendo esto.
Es raro; desde el principio tuve un sentimiento de precariedad en la continuidad del vínculo: alternaba visiones en donde dejaba de ir de una semana para otra (y nunca más), con otras en que me veía, ya hecho un viejito “tantrico” septuagenario recibiendo lecciones de mi antigua maestra, septuagenaria ella, sobre como adentrarme más en los caminos del Tantra, y seguramente levitando juntos.
Y en esto de la continuidad, está sobre todo, tu generosidad para recibirme, “aguantarme”, acompañarme y llenarme de paz y amor (esto último suena un poco “flower power” pero es así)
LA TRASCENDENCIA. A pesar de mi formación cristiana que tanto hace hincapié en este concepto de la trascendencia, es la primera vez que realmente lo “entiendo”, con motivo de haberlo vivido.
Es un milagro esto de que a través de la práctica, en donde estamos vos y yo solamente, me sienta unido con el Universo, sienta amor por todos, y a su vez me sienta amado, en paz, como si cada pieza estuviera en su lugar.
Sentir la “Comunión” con lo que está más allá de mi (lo Divino, los demás) lo aprendí “tantreando”.
Para un escéptico de tantos años como yo, esto es casi un milagro.
LA SUPERACIÓN DE LO SEXUAL. Seguramente, con ninguna otra mujer, he tenido tanta piel en contacto, ya sea medido por los centímetros cuadrados, o por el tiempo. Nunca he compartido tanta desnudez con otra persona.
Y donde debería haber surgido el deseo, la “calentura”, la excitación, la ansiedad……
Devino el éxtasis.
Y me sentía uno con vos. Y había amor, paz, alegría, puro momento y energía.
Nuevamente mágico, inexplicable, pero sorprendente y bienvenido.
Viernes 16 de abril
¿Sabés qué? Es posible (aunque no fácil) que el destino me lleve al encuentro de otra maestra de Tantra que me ayude a seguir creciendo…….¿pero compañera y amiga????
Va a ser irrepetible.
Lunes 19 de abril
No puedo no hablar de tus ojos.
No sé si recordarás que en la primera sesión te dije que eran algo especial, que esa mirada transmite, como nunca me había pasado antes, una sensación de paz y confianza, a la cual me pude entregar desde el primer momento.
Esto que me pasaba nunca desapareció, y por el contrario, cada vez fue más fuerte.
Más de una vez, en esos momentos de una comunión tan increíble, al finalizar las sesiones, he llegado a sentir, mirándote a los ojos, que podía “caer” a través de ellos hasta tu alma, para fundirme en vos.
Voy a extrañar mucho esos ojos.
Miércoles 21 de abril
LAS ÚLTIMAS SESIONES. Las dos últimas sesiones fueron….increíbles !!! Increíbles y reveladoras.
Increíble, porque me parece mentira no tener más sesiones con vos (al menos por un tiempo,¿no?)
Increíble, porque casi no creo haber transitado este camino, guiado por vos, y llegar a lo que supongo es una “pizca” de la experiencia tántrica, que así y todo no se compara con nada de lo vivido antes.
Increíble, porque no pensé estar a la altura de la responsabilidad de lo que iba a ser mi participación en la sesión.
Increíble, porque es increíble tanta belleza, tanto amor, tanta armonía….
Y como te decía el otro día me siento profundamente honrado:
- Honrado por tu generosidad
- Honrado por tu paciencia y humor
- Honrado por tu amor y sabiduría
- Honrado por tu energía
Y espero, realmente espero, haber podido hacerte honores como maestra, como amiga y como compañera.
Lunes 26 de abril
Acabo de enterarme, al hablar con vos por teléfono, que no voy a poder darte un abrazo de despedida…. ¡fue un golpe traicionero y mortal!!!! (mujer tenía que ser….)
No importa: te quiero igual.
Acá termina esta despedida, un poco desordenada y con algunas ideas que se repiten, pero necesaria y sincera.
Y lo último que quiero decirte es que:
- Aunque ya sé que vas a ser un “éxito”, y que no la necesitas, te deseo la mejor de las suertes en la construcción de tu aventura europea.
- Volvé cuando termines de hacer todo lo que tu corazón te pida. Y cualquiera sea ese día, estaré por acá para recibirte emocionado.
- Si hay algo que pueda hacer desde acá, no dejes de decirme.
- Te quiero mucho y te voy a extrañar más todavía.
- Y aunque suene a “demanda” no lo puedo evitar: sé que vas a estar muy, pero muy ocupada, pero cada tanto, cuando se te cruce por ahí un Guillermo que te recuerde al que dejaste acá, y puedas hacer un alto y sentarte a escribir, no dejes de contarme como andás, como te sentís, y cual es el sueño que estás persiguiendo en ese momento….leerte será como un abrazo para mi, y me voy a sentir feliz de saber que estás bien.

Un beso.