24 diciembre 2011

Lucidez para Nuestra Navidad

 

Querid@ del Alma mía, tengo que admitir sentir una profunda emoción al poder compartir “hoy” contigo los pensamientos de un hombre que habitó esta Tierra en otro tiempo histórico, el filósofo Baruch de Espinoza, nacido en Holanda, en 1632, para que empieces a ubicarte en el tiempo.
 
Hace unos días recibí de un aprendiz este documento que te copio más abajo, y mientras lo leía flipaba en colores. Como no podía creer el origen del escrito me fui a bucear en Internet y al día de hoy aquí me encuentro leyendo un 24 de diciembre el pensamiento de este hombre.  

Si ya me conoces sabes que tengo la locura patentada, es decir, todo Bien.
 
Se trata ni más ni menos, de su pensamiento sobre Di@s.  
Imagina lo fuerte de su discurso que fue excomulgado con estás palabras:
..."eres maldito cuando estés sentado, cuando estés parado, cuando estés acostado”.
O sea, de la sinagoga a la calle.
Si su pensamiento puede ser fuerte para muchos de nuestros contemporáneos, no quiero pensar el revuelo que se armó en su época.
Un hombre que merece todo nuestro reconocimiento por su tremenda valentía y el mayor de los respetos a su nivel de conciencia, que se expresa cuando revela verdades tan profundas teñidas de simplicidad. Cuando esto sucede se evidencia la capacidad de entendimiento del ser humano.

TodosParaUno_UnoParaTodos

Un honor presentarte estos pensamientos que creo se acercan mucho a las enseñanzas del Maestro Jesús de Nazaret, y de todos los Hijos del Sol que en esta Tierra encarnaron.
Hoy nos estamos preparando para dar celebración al renacimiento de la Conciencia Crística y por ello Hoy es un día de recogimiento y meditación.
Desde mi sagrado lugar en este Mundo, elevo un rezo para que el entendimiento sea lúcido en todos y cada uno de los seres que habitan esta Tierra.
  La Humanidad Es Familia, y por ello somos la descendencia de los Hijos del Sol.
Mis Herman@s, estamos vivenciando un Cambio de Era, somos privilegiados.
Que la Luz y el Amor Infinito Brillen en Nosotros!

Y así con esta vibración recordarte Querid@, estate alerta, este es un gran momento, una gran oportunidad, el estar aquí y ahora.
Estamos saltando a otra orilla, “saltando”, presente continuado, por eso es bien valioso no olvidarnos de respirar profundo porque mientras dure el salto habrá vértigo, y apuesto a que sabes a lo que me refiero.
No hemos recibido  paracaídas, solo disponemos de nuestra mirada interna, que está en relación directa con la voz del corazón.
Ahora más que nunca “debemos” desconectar el ruido que hace la mente caótica, y para ello necesitamos generar espacios de silencio y tranquilidad, para así escuchar el sutil susurro del Alma que nos guía.
Los Hijos del Sol, nos han transmitido una enseñanza, un mensaje que ha sido reformulado y distorsionado por las instituciones religiosas para someternos y dirigir nuestras vidas. Así nos inyectaron la noción de pecado, de lo cual se ha derivado en un tremendo miedo a ser naturales. Con este miedo en el alma es muy difícil responderle a la Vida de acuerdo a lo que nos dice el corazón, si es que podemos escucharlo, porque después de tanto condicionamiento solo quedamos aptos para escuchar esa voz que viene de afuera de nosotros, y por que nos retumba en la mente, nos hace eco, creemos que viene de dentro.
El gran problema aquí está siendo que como esas voces han resonado en nosotros tan fuerte desde niños, han aturdido a nuestro corazón, al pobre lo han dejado como anestesiado.
Entonces, hay que buscar otros criterios, visiones, leer, escuchar con atención otros pensamientos, pero sin olvidarnos un detalle muy importante, para que entre lo nuevo tenemos que atrevernos a soltar lo conocido, que como tal nos da seguridad.
Si fuera así, me gustaría que te preguntes si esa seguridad a la que te aferras no te está sepultando en vida.

Recuerda, si el vaso está lleno nada podrá entrar. No te quedes con una única campana, deja que todas las campanas suenen a tú alrededor y “siente” cual de ellas verdaderamente está resonando en tu corazón.
Confía Querid@ del Alma mía, confía en esa campana, en esa vibración.  
Y escucha, si quieres te acompaño a patentar tu nueva locura, que solo será un principio, patentarás unas cuantas más.
Como dice el Dr. Puig, se crece fuera del redondel. Tienes que salirte del corral, y ello requiere de valentía.  
Vinimos a este mundo a desarrollar nuestra propia Luz.
No escuches a nadie que juzgue tu proceso de crecimiento, que como tal requiere de ensayo y error, de me caigo y me levanto, de luz y sombra, así es como crecemos.   Defendamos nuestro derecho a explorar en libertad quienes queremos Ser, y así manifestaremos nuestra esencia, que a eso vinimos pues.
Ahoo!

FELIZ NAVIDAD FAMILIA QUERIDA!




Dios hubiera dicho:

“Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!

Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… también yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío. ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora, y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.

Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme. ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido?… Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
Estoy segura que Baruch aceptaría mi humor al acompañar con esta imágen, cuando dice...

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.”

Baruch Spinoza

Y si quieres un poco más de, a estas alturas nuestro querido Baruch, aquí tienes...

Spinoza rechazó la providencia y la libertad de la voluntad, y su concepto de un Dios impersonal fue recibido con hostilidad por muchos de sus contemporáneos. Su posición en la historia de la filosofía es única en muchos aspectos. No perteneció a ninguna escuela y no fundó ninguna. Aunque en ciertos puntos su trabajo se basaba en el de algunos de sus predecesores, muestra y afirma un individualismo tan acusado como para que se le pueda considerar un simple continuador o epígono, incluso en el caso del pensamiento de Descartes. Por la profundidad y la grandeza de sus ideas y su notable capacidad de síntesis, Spinoza se sitúa junto a los mayores pensadores filosóficos de todos los tiempos. Hasta un siglo después de su muerte, ocurrida el 21 febrero de 1677, su pensamiento no obtuvo reconocimiento y, aunque su sistema no consiguiera seguidores organizados, ha tenido, tal vez, la más penetrante influencia de todos los filósofos modernos con la excepción de Immanuel Kant. No sólo metafísicos sino también poetas como Johann Wolfgang von Goethe, William Wordsworth y Percy Bysshe Shelley han consultado y estudiado los trabajos de Spinoza en busca de inspiración y su pensamiento ha influido en el panteísmo poético subyacente de muchas interpretaciones modernas de la naturaleza.

Con Amor. La Zia