31 julio 2006

Resumen biográfico de la vida de Osho

Desde su más temprana edad en India, Osho fue un espíritu rebelde e independiente, retando todas las tradiciones religiosas, sociales y políticas, e insistiendo en experimentar la verdad por sí mismo, en vez de acumular conocimientos y creencias dadas por otros.

A la edad de veintiún años, el 21 de marzo de 1953, Osho alcanzó la iluminación. Hablando de sí mismo dice: “Ya no estoy buscando nada. La existencia me ha abierto todas sus puertas. Ni siquiera puedo decir que pertenezco a la existencia, porque soy una parte de ella… Cuando una flor florece, yo florezco con ella. Cuando el sol sale, yo salgo con él. El ego en mi, el cual mantiene a la gente separada, ya no más está presente. Mi cuerpo es parte de la naturaleza, mi ser es parte del todo. No soy una entidad separada”.

Se graduó en filosofía con los más altos honores en la Universidad de Sagar. Siendo estudiante ganó la medalla de oro al obtener el primer puesto en un concurso de debate que cubría toda la India. Luego de un período de nueve años como profesor de filosofía en la Universidad de Jabalpur, renunció para viajar por toda la India dando charlas, retando en debate público a los líderes religiosos ortodoxos, perturbando las creencias tradicionales y trastornando el status quo.

En el curso de su vida Osho ha hablado virtualmente sobre todo y cada aspecto del desarrollo de la consciencia humana. Desde Sigmund Freud hasta Chiang Tzu, desde Gurdjieff hasta Gautama Buddha, desde Jesucristo hasta Rabindranath Tagore… Ha destilado de cada uno la esencia de lo que es significativo en la búsqueda espiritual del hombre contemporáneo, basado no en una comprensión intelectual, sino en la propia comprobación existencial de su experiencia.

No pertenece a ninguna tradición: “Soy el comienzo de una consciencia totalmente nueva”, ha dicho. “Por favor, no me conectes con el pasado, ni siquiera vale la pena recordarlo”.

Los discursos a sus discípulos y buscadores de todo el mundo han sido publicados en más de seiscientos cincuenta volúmenes, y traducidos a treinta idiomas. Osho ha dicho “Mi mensaje no es una doctrina ni una filosofía. Mi mensaje es una alquimia, una ciencia de transformación, así que solo aquellos que estén listos a morir como son y volver a nacer como algo tan nuevo como ni siquiera puedan imaginarlo… solo aquellas pocas personas valerosas estarán listas a escuchar, porque escuchar va a ser riesgoso. Al escuchar has dado el primer paso a tu renacimiento. Así que no es una filosofía de la cual simplemente puedas hacer un ropaje del cual jactarte. No es una doctrina en la cual puedas encontrar consuelo a preguntas amenazantes… No, mi mensaje no es una comunicación verbal. Es mucho más riesgoso. No es menos que la muerte y el renacimiento”.

Osho dejó su cuerpo el 19 de enero de 1990. Justo unas semanas antes se le preguntó que pasaría cuando se fuera. El respondió: “Mi confianza en la existencia es absoluta. Si existe algo de verdad en lo que digo, sobrevivirá… La gente que se mantenga interesada en mi trabajo, simplemente estará llevando la antorcha, pero sin imponer nada a nadie…”.
“Continuaré siendo una fuente de inspiración para mi gente. Y eso es lo que la mayoría de los sannyasins sentirá. Deseo que crezcan por sí mismos –cualidades como el amor, en torno al cual no se puede crear ninguna iglesia; como la consciencia, que no es el monopolio de nadie; como la celebración, el regocijo y la mirada inocente del niño…”.

“Deseo que la gente se conozca a sí misma y que no sea según algún otro. Y el camino es hacia adentro”.

De acuerdo a su orientación, la comuna que se desarrolló en torno a él, aún florece en Poona, India, donde miles de discípulos y buscadores se reúnen a través del año, para participar en las meditaciones y programas únicos que ahí se ofrecen.

Quien soy...

Febrero 2017

Zia Adriana Dusse Caruso
Mujer. Profesora de Yoga y Meditación, desde 1989.
Masaje Deportivo, 1989. Masaje Zen Shiatsu, 1992.
El 15 de marzo de 1995 reconozco a Osho como mi Maestro y en India se me otorga el nombre espiritual de Ma Bodhi Zia.
En sánscrito quiere decir:
Ma, Señora de ti misma.
Bodhi, Conciencia.
Zia, Gloria
Significa que mi trabajo en esta vida es hacerme Conciente de la Gloria de Dios y enseñarla a otros.
En fin, el Tantra me da la oportunidad.
A partir de la sexualidad alcanzar el Éxtasis Divino, manifestar La Gloria! Suena a inverosímil, verdad? Pues es posible!

También estoy formada como terapeuta en Renacimiento
[Rebirthing] y Pulsación [Neo Reichian Energy Work] desde 1995.
En 1996 con 33 años viajo a la India y en el Ashram de Osho perfecciono las disciplinas con las que vengo trabajando y me instruyo en masaje ayurvédico.
Se me presenta la sexualidad tántrica como una forma diferente de vivenciarme en el encuentro con otro ser humano, así comienzo a experimentar en lo personal hasta sentir que el aprendizaje había madurado lo suficiente como para abrirlo a lo profesional en 1998 trabajando con parejas y grupos. Paralelamente desarrollo el masaje tántrico a partir de mi síntesis personal, que al día de hoy sigue evolucionando.
Terapeuta Craneosacral, 2003.
Mi “Formación” tuvo comienzo en Argentina, continuó en Brasil e India y ahora aquí en mi querida Barcelona donde me reencuentro con algunas tradiciones chamánicas de América. A partir del año 2005 comienzo a encontrarme con diferentes chamanes de los que me estoy nutriendo en lo personal y profesional, estas son enseñanzas milenarias que requieren muchos años de dedicación.
En mi presente continuado, voy aprendiendo a integrar estas tres visiones de la Vida. Yoga, Tantra y Chamanismo.
Con "todo" debo decir que mi más grande aprendizaje lo hago en la misma VIDA, con la gente.
Es con un "tu" con quien puedo compartir y desarrollar lo aprendido.
Es con un "otro" que podemos revelarnos a nosotros mismos.



Estoy agradecida a todos los seres que me enseñaron y siguen enseñando a reconocerme a mí misma!

El Arte de la Sexualidad Sublime

Como introducción empezaré diciendo que …

La sabiduría oriental nos ha dejado un legado en el “Arte del Amor”, que se presenta en la India y en el Tibet como Tantra, y en China y Japón como Tao del Amor.
Estos conocimientos fueron codificados en numerosos tratados y eran parte integrante de una de las vías de investigación de la más alta sabiduría.
La sexualidad es considerada como un medio que, junto a la meditación, permite alcanzar estados expansivos de conciencia, es decir, que a la energía sexual se la concibe como una expresión física del Poder Espiritual.
El deseo de unión sexual con otro ser humano es el reflejo de una necesidad espiritual subyacente de experimentar una intimidad global y completa, que trascienda el sentido personal de individualidad y aislamiento y lleve a recuperar la visión de “Unidad” en el interior de uno mismo.
Este entendimiento se fue perdiendo con el tiempo y estas enseñanzas quedaron en el olvido de gran parte de la civilización de Oriente, siendo solo aplicadas por una élite muy reducida.
No hace muchos años este conocimiento llegó a Occidente. El ser humano en su búsqueda permanente sale de su tierra, cruza océanos, toca infinitas puertas, como tú o como yo, como tantos… Y así ocurre que, en el presente, tal vez los occidentales estemos más interesados en estas prácticas que los mismos orientales que las vieron nacer.
Mi maestro Osho, de quien te doy información en otro apartado, ha adaptado estas enseñanzas milenarias a la necesidad y situación actual del hombre y la mujer de estos tiempos y de este lado del mundo.
Por lo general, se considera que la unión sexual, sin el ingrediente de lo sagrado, es suficiente para satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, ocurre pocas veces, y solo de una forma fugaz. Cuando la motivación del encuentro es solo física generalmente la sensación posterior es de vacío y frustración. Y es natural que así sea dado que nos juntamos solo con nuestros cuerpos.
Entregarse, tiene una raíz muy significativa que proviene del latín rendere, rendirse. Rendirte es un aspecto esencial si quieres adentrarte en el camino del Tantra.
Esta idea genera a veces confusión y algunas personas desconfían de ella porque la traducen como pérdida de la propia voluntad y el poder personal.
Por ello es importante diferenciar el concepto de rendición del de sumisión: solo esta última pone en juego una actitud pasiva que nos lleva a abandonar la responsabilidad de la propia conducta, esto es, a atorgar el poder a otro para que decida en nuestro nombre.
En cambio entregarse implica relajar y soltar el control, despojarte de tu mente, abrir tu corazón y conectar con los sentimientos. Siendo fiel a ti mismo.
Desde la más tierna infancia, la mayoría de nosotros fuimos asimilando formas condenatorias en relación con la sexualidad, lo que ha distorsionado nuestra espontaneidad, la capacidad de sentir placer, de amarnos.
Y así separamos el Amor de un Buen Sexo, e irónicamente la Plenitud Sexual se da cuando vibramos en Amor, que no quiere decir estar enamorados. Lo que sucede es que la Mente se dispara con la idea de que si me abro al amor y a la sexualidad en forma total, genero un compromiso afectivo con la persona y puedo ser lastimado. Con lo cual estamos atrapados en un círculo vicioso, donde no podemos experimentarnos en libertad, donde el Éxtasis no acontece, solo vivimos un placer muy superficial, genital.
La propuesta es vencer el miedo a la Entrega. El miedo inhibe el flujo energético, no hay fusión, no hay intercambio, no hay nutrición. El encuentro amoroso, en vez de ser una profunda comunión entre dos personas, a menudo se convierte en una situación tensa, automatizada, en el que no se expresan las necesidades reales, los sentimientos. Así la relación sexual se contempla como algo externo, donde no te involucras, y el juego amoroso como una representación.
Si comprendemos el Arte de la Rendición, nos será mucho más fácil experimentar el Sexo Sublime. La auténtica rendición es una elección consciente hecha a partir del libre albedrío.
Sin dudas tenemos que ser valientes para expresar nuestra verdad, que puede no ser la del otro, lo que es completamente lícito.
La actitud interna es de aceptación total de la respuesta del otro, aunque no sea la anhelada. La recompensa está en que no traicionas tu propia verdad, más allá de los resultados. Esto es de gran valor.
Tantra es el camino de la Libertad y todo gira en torno a esta conquista. Y la Libertad es para todos.
La Libertad solo puede ser ejercida desde el “Ser Consciente”, y cuando hay conciencia eres responsable y amoroso.
Para adentrarnos en la enseñanza tántrica tenemos que rendirnos a la práctica de los ejercicios, bajando el nivel de ansiedad que provoca la búsqueda de resultados inmediatos, considerando al elemento tiempo como un aquí y ahora. Sin prisas y sin pausas, simplemente para disfrutar del Camino…
Es aquí donde te presento la Meditación.
Muchos son los que pierden la posibilidad de meditar porque la meditación ha tomado una connotación errónea, pues podría parecer que es solo para gente seria. Y en verdad una persona meditativa es juguetona, celebra y vive la vida intensamente.
Tantra y Meditación son dos caminos que se nutren mutuamente para juntarse en un punto, el Éxtasis.
Seguramente te preguntas como se relaciona la meditación con la sexualidad y el acto amoroso.
Imagínate una botella de arena y agua. Si la agitamos seremos incapaces de distinguirlos. La mente humana funciona de esta forma, su naturaleza es caótica, siempre está agitada, y si dejamos que ella nos gobierne el resultado es la confusión.
Entonces, la meditación proporciona clarividencia. Si dejamos la botella en reposo, la arena se depositará en capas bien dispuestas en el fondo y el agua volverá a ser clara. Con la meditación ocurre lo mismo.
Tantra es una enseñanza para aquellos rebeldes que estén dispuestos a romper la armadura de los condicionamientos y reencontrarse con su Verdad más profunda.
Nuestro trabajo apunta a estimular la liberación de la energía sexual, en un marco de amor y contención, a través de un abanico amplio de técnicas que son la llave para abrir nuestros espacios interiores, vibrar, permitirnos crecer y descubrir el significado de la existencia.